La anarquía es el fraccionamiento hasta el infinito del conocimiento y de la simplicidad primera.
Para los pintores supone la dispersión y la pérdida de las tradiciones artesanas y de las fuentes de inspiración, lo que hace que se confunda la parte con el todo.
La personalidad sólo puede aparecer en la obra de arte por el equilibrio de todos sus componentes, lo que exige universalidad de espíritu y perfección técnica.
Dicho de otra manera, la originalidad es la exageración de una particularidad del ser, mientras que la personalidad es la exaltación de todos sus poderes. La originalidad es una carencia, la personalidad es una realización.
Hace ya mucho tiempo que la tapicería francesa murió por querer imitar la pintura. Ahora, la pintura francesa se está muriendo por querer imitar el tapiz.