El entusiasmo es lo que permite la creación, es decir, la proyección del sentimiento exaltado y magnificado.
El entusiasmo sólo se encuentra en los hombres dotados de una gran vitalidad.
El entusiasmo molesta a todos los muertos, a todos los mediocres, porque colabora en las empresas de la vida, el entusiasmo es la imaginación y el amor en movimiento.
Así, el artista realizado es el que sabe ordenar su delirio y lo hace perceptible a todos. Es el que conserva suficiente imaginación y amor creadores como para encontrarse colmado sin poseer nada. Es el que se alegra con los aspectos del mundo, o el que a veces se entristece, pero que nunca los juzga.