En las sociedades modernas los estímulos sólo se dirigen a los que matan y a los forjadores de muerte. Las artes sólo subsisten por el efecto mismo de la especulación que busca tanto en lo hermoso como en lo feo, en lo verdadero y en lo falso, en el bien y en el mal.
El conocimiento y el estudio de las grandes obras del pasado es indispensable para la formación cultural y técnica del artista, sin embargo, más vale estudiar y trabajar solo, que sufrir la castración de una enseñanza mediocre.