Tan sólo queremos recordar que la función esencial del crítico es analizar las obras de arte y que en ningún caso debe involucrarse en dirigir o forzar la expresión artística, como ocurre demasiado a menudo en la actualidad.
El tiempo pone las cosas su sitio, pero ya está hecho el mal que hace que artistas originales, cuyo único error es no balar junto con los corderos que les circundan, mueran en la miseria.