Caída, exilio y redención

09/05-8 El mundo actual no es real ni irreal, ni bueno ni malo. Está formado por una porción de la luz divina infinitamente fraccionada en las tinieblas del no ser. He aquí la caída de Lucifer y el exilio de Adán. El retorno a Dios es como la separación de entre las tinieblas y como la reunión con la luz primordial. He aquí la redención de Adán.

04/06-7 El conocimiento del bien y del mal provocó la caída del primer dios creado. Aprisionado en la muerte, sólo puede ser liberado por su parte que ha permanecido pura y libre en Dios.

04/25-27 La mezcla general se produjo por la interrupción ínfima de la contemplación de Dios por el hombre, que quiso conocer la nada y el todo comiendo el fruto mezclado de muerte. Así nació el ser medio por la caída de una parcela del Ser luminoso en el no ser tenebroso. La separación y la reunión se realizarán por la reagrupación de las partes vivas y por el rechazo de la porción muerta. La realización y el perfeccionamiento se operarán por la concentración de la luz y por las bodas últimas del cielo y la tierra.

12/33-35 La luz primera fue sacada del caos por Dios y quintaesenciada en Adán. Este no hizo más que volver a mezclar esta luz sublime con las tinieblas exteriores del no ser; por curiosidad, presunción, vanidad y desobediencia. El nuevo Adán, verdadero hijo de Dios que vino, viene y vendrá, separa de nuevo la luz de las tinieblas por humildad, amor y obediencia a la ley del Único. La primera rebelión exilió al hombre en la tierra extranjera. La segunda le conduce a organizarse confortablemente en ella. La tercera le hace renunciar a este mundo y lo reconduce hacia Dios.

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