Poesía

05/09. Roguemos para que la muerte nos encuentre alabando a Dios con verdadera poesía y adorándole con puro amor.

14/55. La poesía última del amor y del conocimiento aparece en el silencio de Dios. «Hoy, voy hacia todos, pero ¿quién me acoge y quién me escucha? Mañana, todos vendrán a mí, pero, ¿a quién recibiré y a quién oiré?», dice el Señor de la gracia y del amor.

16/0 2. ¿Acaso ya no sabemos reconocer el tono de la verdad de Dios ni el lenguaje de la poesía santa? ¿No será porque nuestra miserable razón, nuestra pequeña inteligencia y nuestra segura mediocridad han ahogado en nosotros las voces de la humildad, de la inspiración y del amor, que no engañan a los verdaderos hijos de Dios.

19/011. Los profetas nos han hablado de la sustancia y de la esencia de Dios, ¡pero nosotros escudriñamos sus textos para descu­brir en ellos la historia, la moral, la poesía o la adivinación!¡Oh, estúpida ceguera de los inteligen­tes y de los sabios! ¡Oh, mediocridad satisfecha de los creyentes!¨

02/80′. El poeta loco y santo que oye a Dios y que lo traduce. Arde iluminando el mundo y habla de la vida a las rocas de la tierra hasta despertarlas de su muerte solitaria. Su alegría y su pena son incomunicables.

14/58. Él se canta en cada uno de sus poe­tas . Él se anuncia en cada uno de sus profe­tas. Él se juega en cada uno de sus niños. Él se alaba en cada uno de sus creyen­tes. Él se ama en cada uno de sus santos. Él se conoce en cada uno de sus Sabios. Él brilla en cada uno de sus Hijos

06/23. Los poetas cantan la desesperación del Dios caído, pero ninguno aporta el reme­dio del mal que nos abate. Los artis­tas prodigan obras admirables, pero ninguna nos transporta hasta el fuego vivo.

14/51. Los poetas y los artistas son enamo­rados que no consienten en conversar con Dios sin signos ni testigos, como lo hacen los Sabios y los santos. «¡Oh, pudor extremo de los amores san­tos! ¡Oh, dulce luz de la unión divina!»

18/11. Los poetas y los artistas cantan la belleza perdida, pero muy pocos saben que lloran a su Señor renegado. «El mal no ES, pero permanece como la envoltura de lo que ES.»

23/28′. El poeta que tiene la estrella de la mañana en sus manos canta como un niño alegre. Los que sólo tienen el barro del mundo lloran amargamente su vida perdida.

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