20/55. Quien ha encontrado la luz del Señor puede abandonar el Libro; Dios lo establecerá en la paz por su amor, de la misma manera que lo ha introducido en la gracia por su bendición .
37/54. Sin la bendición de Dios, somos totalmente impotentes para manifestar aquí abajo la vida del Señor de resurrección. La luz de Dios primero fecundará nuestras tinieblas interiores, después, nuestras tinieblas manifestarán la luz de Dios.
04/37′. La bendición de Dios es lo que envía el agua de vida, y su amor es lo que encarna el fuego santo.
36/78. No nos salvaremos por el trabajo de nuestras manos, por el trabajo de nuestra voluntad ni por el de nuestra inteligencia. La bendición de Dios y la operación de su santo amor en nuestros corazones purificados son lo que realizará la obra de liberación y de resurrección.